En el cine de Republica Dominicana hasta la fecha, el género más popular por la gente que hace cine ha sido la comedia y creo que será así por un buen tiempo, acostúmbrense, por eso cuando una película de un género diferente al ya mencionad es anunciado es inevitable el interés mediático, y obviamente el del público.
Es cuando a nuestras salas nos llega un tal vez “héroe anónimo” como lo es el Teniente Amado García Guerrero y acompañado de un atractivo elenco sumándole que nos prometieron una película de acción, solo anisábamos la fecha de estreno e ir a conocer una versión del ajusticiamiento de Rafael Leónidas Trujillo, cabe decir que es nuestra segunda película estrenada que aborda la época de Trujillo (La anterior fue “Trópico de Sangre” de Juan Delancer), esto es sin contar los documentales de Rene Fortunato y la fugaz aparición del mismísimo Jefe en “Arroba” de José María Cabral.
Esta fiebre del Séptimo Arte por la biografía no es nueva. En realidad va asociada a la naturaleza misma del medio, a la credibilidad documental de la imagen. Sin embargo, la biografía como género, no se consolidó hasta que la pantalla empezó a hablar. La palabra, en un mundo en el que los personajes, a veces, son más recordados por sus frases célebres que por toda su trayectoria, venía a reforzar la impresión de realidad de la imagen fotográfica.
A fin de cuentas, los grandes políticos, artistas, científicos, santos o héroes raramente eran conscientes de que iban a pasar a la historia y vivían sin que un halo de luz rodease cada uno de sus gestos espléndidos. Tal vez sea por esto que los admiramos y respetemos tanto. La ficción podía ser realidad antes que la realidad misma existiese.
Vamos a nuestro caso (Y sino conoces la historia de tu país, te advierto que hay spoilers): La breve historia del Teniente Amado: En los días finales de la dictadura de Trujillo, un grupo de militares planean (En la galería de uno de ellos) el asesinato del dictador, con ayuda de dos de sus más cercanos colaboradores el ya mencionado Teniente Amado y el General Pagan pretenden con éxito poner fin a más de 30 años de maltratos y abusos, tema principal que se adorna con un romance prohibido, un malvado Teniente que le quiere hacer la vida imposible a nuestro héroe y algunas anécdotas de la época.
El guion escrito por el periodista Huchi Lora es realmente pobre, al menos la versión en español que vimos, carente de diálogos importantes, carente de credibilidad en personajes secundarios o poco desarrollados por su creador y con un pobre desenlace hacen que tanta investigación y tanta tela por donde cortar tenga como resultado un trabajo mediocre. Sé que parte de esta responsabilidad al momento de presentar el trabajo es de la edición, pero mi opinión está basada en un resultado final, no en una intención. A su vez, tenemos también un aceptable trabajo de edición.
Algo que fue criticado por muchos fue la incursión de Amaury Nolasco como el personaje principal, ya que este nació en Puerto Rico pero de padres dominicanos, algo absurdo el no entender que un actor puede representar cualquier personaje siempre y cuando se convierta en ese personajes, para eso es actor. Amaury es de lo mejor que presenta esta película, creo que sí, fue una buena decisión presentar a Nolasco con líder y protagonista con resultado de una muy buena representación de su personaje, no puedo decir lo mismo de todos los secundario, es realmente penoso que no pudieron adaptar su personaje al entorno que les rodeaba, actores como Enrique Castillo (Johnny Abbes), Efraín Figueroa (Trujillo), Antonio Jaramillo (Andújar) y Mercedes Renard (Carmen) no se preocupar siquiera de aprender el acento dominicano para complementar sus diferentes actuaciones, algo que a mi parecer le resta credibilidad al momento de presentar.
En el renglón técnico, la musicalización fue realmente cansona, el mismo tono musical durante toda la película llegaba a desesperar hasta el más paciente, un solo de violín durante toda la película es más que un absurdo. Una correcta cinematografía de Peter Mackay que debuta en esta película con altibajos, pero en resumen un muy buen trabajo.
Algo donde debo reconocer a todo el equipo de Arte y dirección de Set es que hasta la fecha, El teniente Amado tiene el mejor diseño de producción que se ha visto en producciones locales, Lorelei Sanz y Adria Mejia hace un trabajo impecable y digno de admirar, además han creado un reto a producciones futuras, ya tienen un modelo a seguir, no tienen excusas para ofrecernos a
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